jueves, 24 de diciembre de 2009


Mientras 4,000 niños mueren diariamente por no tener que comer, en este espacio trataremos el abuso en el comer.
La OBESIDAD INFANTIL es un verdadero problema, ya que en un gran porcentaje, el niño obeso será un adulto obeso, con todas las secuelas que la obesidad conlleva.
Aproximadamente del 25 al 28% de los niños presentan obesidad infantil, pero lo más preocupante es que en los últimos 20 años se ha incrementado de manera importante esta proporción hasta casi un 60% más.

La obesidad infantil tiene una predisposición genética, y agreguemósle los siguientes factores:

La falta de información nutritiva adecuada para los padres

La información de alimentos "chatarra" en los medios de comunicación

El error de estimular a los niños a base de algún alimento alto en calorías

Tratar de compensar la ausencia física de los padres a base de alimentos altos en calorías

La falta de implementación de un programa de ejercicio para los niños

La falta de promoción de alimentos saludables en las "tienditas" de las escuelas

El aumento indiscriminado de los restaurantes de comida rápida

El tiempo que los niños están frente a la televisión

El tiempo que los niños se encuentran frente a la computadora o con los juegos interactivos
El problema empieza desde la forma y el tipo de alimentación de la madre antes de concebir al niño, continua con la forma y el tipo de alimentación de la madre durante el embarazo, la forma y el tipo de la alimentación de la madre durante la lactancia, la introducción de la alimentación (ablactación) en el bebe y así sigue esta cadena.
El problema de obesidad infantil le provoca al niño inseguridad, baja su autoestima, discriminación escolar, discriminación social, fatiga fácil, probable hipertensión, probablemente hipercolesterolemia, estrías y así podría continuar con muchas otras cuestiones.

LO IMPORTANTE es que podemos hacer para evitar llegar a la obesidad infantil:

Predicar con el ejemplo
Enseñarle al niño a NO compensarse ni gratificarse con la comida
Tener a la mano fruta y/o verdura para que el niño pueda tener fácil acceso a ella en caso de hambre
Enseñarle a tomar agua o agua de frutas en vez de refrescos o sodas
Motivarlo para desarrollar una actividad física programada

NO prohibirle los alimentos altos en calorías sino enseñarle que el exceso de estos, le causará problemas

NO desarrollar otro tipo de actividad mientras está comiendo (ver T.V. etc.)

NO obligarlo a ponerse a dieta, sino darle los argumentos para que se convenza por si mismo



RECUERDA QUE EN LA OBESIDAD ES MÁS FÁCIL PREVENIR QUE REMEDIAR

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